EL TRABAJO DE NUESTRA ILUSIÓN

28 de diciembre

 

Sevilla. 18h. Así se daría, en un mismo día, una grata mañana en la Juncal y una tarde de ensueño en San Gil. La primera vez que nuestros sones sonaran en la calle Parras serían para anunciar la visita del Heraldo Real a la hermandad del Rocío de la Macarena y a algunas calles de aquella archiconocida feligresía de la Macarena. Con el "Himno Nacional" hacía su salida el Cartero Real y, tras recorrer calles como Resolana y Muro, nos encontramos una impensable sorpresa. Al llegar a la plaza que lleva su nombre, Ntra. Sra. de la Esperanza Macarena recibía, con las puertas de su casa abiertas, a la comitiva del enviado de Oriente. Y así, continuaba nuestro día más ajetreado. Un recorrido digno de mencionar con calles como San Luis, la Plaza de Montesión, Feria o Relator nos darían las fuerzas hasta acabar la tarde tal y como había comenzado. Sonaba el "Himno Nacional" de nuevo en calle Parras y entre una ola de personas para dar fin a una primera vez para la historia y dar fin a nuestro 2024, un año que siempre recordaremos.

 

 

2 de enero

 

Sevilla. 16h. Las calles de nuestro conocido barrio de Santa Aurelia parecían tranquilas hasta que llegaría la hora, aquella en la que todo se volvió música, alegría e ilusión, cuando el Cartero Real y su comitiva salieran del Club Social Santa Aurelia. Como siempre, una cita imprescindible en nuestro calendario que disfrutamos como la primera. Y a la par que Sevilla se desvivía por unas nubes oscuras que acecharían en un par de días, el barrio de Santa Aurelia no pensaba en ello. Allí se pensaba en familia, ilusión y deseos, en todo aquello que dejaría en su rastro el cartero tras visitar tanto a pequeños como a mayores. Y aunque ya se vislumbraba el final y las piernas empezaban a pesar, las ganas de lo que estaba por venir siempre ganaban.

 

 

3 de enero

 

Sevilla. 17:30h. Mientras Sevilla se agolpaba aún más al centro por la inesperada venida del Heraldo Real de Oriente, que adelantó su salida, nuestra calle Santiago se quiso vestir de Lunes Santo. Y en verdad, no podíamos empezar el año sin hacer caso al anuncio de Suchard, así que, otra vez, "volvimos a casa por Navidad." El Cartero Real de Oriente también visitó a nuestra Hermandad de la Redención en una acalorada tarde en la que ninguna calle se vería vacía. Tras unas horas en las que nos llenamos pasando por calles como la Alfalfa, nuestra Santiago o Alhóndiga, pusimos también nuestros sones a la mirada del Cautivo de San Ildefonso, que recibiría en sus plantas al Cartero, así como el convento de San Leandro, que también se llenó de ilusión. Ya se olía el final de este día, víspera de uno de los días grandes de nuestra ciudad (que llegaría también antes de lo previsto), pero nos quedaba una cosa por hacer. Al volver a pasar por la puerta de casa, teníamos que empezar el año 2025 con un anuncio. Sonaría "Rocío del Cielo" para pregonar en Sevilla que este era el año de Ella, nuestra Reina del Rocío.

 

4 de enero

 

Sevilla. 16:15h. Y un día antes, llegó la ilusión. Llegaría el día de volver al Rectorado bastante antes de lo que esperábamos. Podemos decir que fue una buena temporada navideña, pero al acabarla así se torna en magnífica y plena. Corrían las 15h mientras las puertas de la antigua factoría se teñían de disfraces de todos los estilos y colores, sus alrededores se veían decorados por innumerables carrozas llenas de ilusión, en la Puerta Jerez se escuchaban los primeros acordes de las bandas que ponían sus sones al día más mágico del año, y ya en Menéndez Pelayo se terminaban de colmar las filas de asistentes al día de la Ilusión. Nosotros también lo comenzábamos con Nuestra Ilusión, y es que al principio de nuestra formación, un banderín añadido anunciaba la coronación de María Santísima del Rocío, Nuestra Madre. Entonces, pues, no hubo mejor forma de empezar el día que culminaba tantas horas de ilusión y sueños. A las 16:15h comenzaba a salir por Palos de la Frontera la comitiva de Sus Majestades. Nervios y mucha ilusión rebosaban nuestras filas. Y así, tras pasar la carroza del Nacimiento, anunciábamos la venida de Palas Atenea. Y qué decir de nuestra gente, aquella que nos vio nacer. Sería incorrecto poder definir un día como aquel en una sola palabra, por ello, estas líneas serán para la ilusión de un día que antecede a la noche de los sueños, la voz que nos dejamos en disfrutar cada acorde y cada obra que interpretábamos, la alegría que contagiaba Sevilla y que llevamos por bandera hasta el fin de dicha jornada, la sorpresa de ver a Sevilla tan engalanada para una tarde perfecta, y un sinfín de sensaciones que nos transmitió este día. Aquel día, si nos permitís, digamos que estrenamos nuestras nuevas obras, ya que sonaron con el acompañamiento de una ciudad volcada. Y, como las palabras dejan ya de poder expresar lo que sentimos, os dejamos la imagen de una época para la historia, Y antes de terminar, queríamos agradecer a todas las entidades que han confiado en nosotros, a todos y cada uno de nuestros componentes por estar al pie del cañón, a nuestra dirección por hacer posible todo esto y a todos vosotros, por ser razón de nuestro ser. Gracias por todo.